RINCÓN EN VILLA CRESPO
Villa Crespo es un Gran
Barrio y un barrio grande, de gran extensión. Es el más vasto de los que
componen la Comuna 15, a la cual está integrada.
Sus límites oficiales
actuales son: Av. Córdoba, Av. Estado de Israel, Av. Ángel Gallardo, Av. Gaona,
Av. San Martín, Paisandú, Av. Warnes, Av. Dorrego y las vías del ferrocarril General
San Martín.
Casi en el límite noreste
entre Villa Crespo y Palermo se encuentran lugares, personas, historias para
ser contadas y que casi no se encuentran en la bibliografía del barrio y mucho
menos en recorridos programados. Aquí un simple repaso para ser ampliado en una
caminata que no ocupa más que unas pocas cuadras.
La fábrica textil Dell´Acqua
El establecimiento Textil Dell´Acqua,
imponente edificio que aun se mantiene en pie, se encuentra comprendido entre
las calles Darwin, Loyola, vías del ferrocarril General San Martín y Aguirre. El
edificio fue inaugurado en 1906 y era propiedad del italiano Enricco Dell´Acqua (1851-1910)
emprendedor industrial de materiales textiles.
Muy pronto se construyó
una sucursal ubicada en Corrientes y Thames, cerca del arroyo Maldonado, para
facilitar la eliminación de sus residuos industriales. Esa forma de desecho era
habitual para la época (fines siglo XIX y comienzos del XX) y lo llevaban a
cabo también la Fábrica Nacional de Calzado y las curtiembres. Este descarte en
el arroyo reducía los costos para las empresas pero traía inconvenientes en la
salud de los vecinos, los cuales vivían muy cerca de sus trabajos. El ejemplo
más renombrado de vivienda vecinal es el caso del Conventillo Nacional, con su denominación más popular de Conventillo de la Paloma (Serrano 156
con salida a la arteria Thames)
En 1921, para conmemorar
las Bodas de Plata de la Parroquia de San Bernardo (1896), el 20 de agosto (Día
del Santo Patrono Bernard de Fontaine o Bernard
de Clairvaux, monje francés, 1090 - 20 de agosto de 1153) la empresa Dell´Acqua
otorgó asueto a sus trabajadores para que puedan concurrir a los festejos
programados. Asimismo iluminó y embanderó los frentes de sus edificios.
El edificio de la fábrica
Textil Dell´Acqua de Corrientes y Thames fue demolido en 1935. El que se
mantiene en pie, reitero, es el edificio de Darwin y Loyola. Fue renovado a
fines de 1980 y su presente es óptimo. Sus espacios internos fueron reciclados
en lofts (lugares con mucha
iluminación natural, espaciosos y con pocas divisiones dentro de cada ambiente)
Deporte sobre dos ruedas
En 1917 se instituye el,
por entonces, Club Ciclista Nacional. Luego varía levemente su nombre por
Nación, y así quedó Club Ciclista Nación.
Desde siempre su sede se encuentra en la esquina de Godoy Cruz y Castillo.
Durante cincuenta años “la muchachada del Nacional” como les gustaba llamarse y
eran conocidos, organizaron infinidad de competencias, sacándole tiempo a sus
trabajos por la pasión que los motivaba.
Las competencias y sus
premios eran coordinados por los integrantes del Club. Muchos sobresalieron
pero destaco solo un par: Vicente Auterio, que llegara a ser Campeón Argentino
y Eugenio Gret.
Famosas son las contiendas
anuales que concretaron ya desde 1917, las de Criterium de Apertura Argentina (donde
supo descollar Gret, ganador de los años 1919, 1920 y 1923) y la Doble Bragado
desde 1922, donde Gret vuelve a lucirse ganándola en el año de apertura y en
1923. A estas se agregan numerosas más.
En la década de 1970 la
actividad disminuye organizando el Club solo sus competencias anuales de
Criterium de Apertura y la Doble Bragado, la cual se encuentra suspendida desde
2020. En este 2022 tampoco se realiza por tercer año consecutivo, por la
pandemia producto de COVID-19, también conocida, solo al comienzo, como
neumonía de Wuhan para luego ser denominada coronavirus o SARS-CoV-2.
Un castillo para mirar
Ahí nomás, en Darwin 1251,
entre Jufré y Castillo, levantando un poco la vista se puede ver una
construcción. Quizá, sí, seguramente, desde enfrente se puede observar mucho
mejor. Es una edificación que se asemeja, a primera vista y para desconocedores
de estilos arquitectónicos, a esos castillos medievales europeos. En realidad
es un híbrido arquitectónico que alguien o alguna empresa quiso hacerlo
llamativo y construyó un edificio a semejanza de la arquitectura del
neorrománico. Es, en consecuencia, en el mejor de los casos y viéndolo con
mirada fantasiosa, una edificación del tipo del historicismo, también llamado
romanticismo (fines del XIX y primeras décadas del S. XX). Historicismo porque
se trató de recrear, de recuperar, algo del estilo románico, muy propio de
Europa entre los siglos XI y XIII.
La construcción data de la
década de 1970 y quizá, al comienzo, fue una discoteca.
En Darwin 1251, entre
Jufré y Castillo: El Castillo. No se pueden perder.
El puente que ya no está
Para conmemorar un nuevo
aniversario de la Reconquista de Buenos Aires (12 de agosto de 1806) se
inauguró en 1969 el llamado, precisamente, Puente
de la Reconquista. La obra se hizo para agilizar el tránsito vehicular de
la Av. Juan B. Justo ya que el puente se elevaba a esa altura entre las calles
Cabrera y Castillo, cruzando por elevación las avenidas Córdoba, Niceto Vega y
las vías del FC San Martín. A comienzos de este siglo XXI se verificaron serios
problemas en su hormigón, losas y parapetos. Entre 2014 y 2015, tanto el
Ministro Nacional de Transporte como el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires tomaron la decisión de realizar un viaducto (traza elevada del
ferrocarril) entre las estaciones Palermo y La Paternal. En abril de 2019 ya no
quedaban ni restos ni vestigios, agregaría yo ni buenos recuerdos, del Puente
que cruzaba por sobre las vías en ese sector. En la actualidad no concluyeron
el trabajo del viaducto y todavía Villa Crespo y La Paternal, y por supuesto
los usuarios del tren, esperan la reapertura de sus estaciones.
Como dato anecdótico
muchos vecinos recuerdan diversos carteles que eran pegados en el Puente de la
Reconquista y que no se desprendían ni con el viento ni con la lluvia. Eran
frases enigmáticas, muchas de las cuales sin sentido aparente. Cada uno que las
leía sacaba sus propias conclusiones. Poco antes de la desaparición del Puente
se supo que el autor era un taxista llamado Oscar Brahim y que, si bien tenía su
propia ideología, sus mensajes no trataban de transmitir ideas políticas, o
alguna otra, a los posibles lectores de su arte, sino reflejar factores y
circunstancias del momento que la sociedad vivía.
Una Nueva Arca de Noé
De este sector de Villa
Crespo que estamos visitando, en una de las esquinas de Darwin y Castillo han surgido
obras que llegaron a todo el mundo y ¡todos conocemos!
De esa esquina salieron
esculturas que recrean a personajes inolvidables como Borges y Álvarez del
programa de TV “No toca botón” (1981-1987) dirigidos por Hugo Sofovich. Sí,
Alberto Olmedo y Javier Portales (su verdadero nombre era Miguel Ángel Álvarez)
¡Cuántas personas diariamente se sacan fotos en las esculturas emplazadas en
Av. Corrientes y Uruguay! ¡Quién no pasa a su lado y se sonríe!
En esa esquina
villacrespense el artista Fernando Pugliese y su equipo recrearon no solo a
personas y personajes populares sino también a seres y estructuras de todo
tipo.
Fernando Pugliese (1939-2021), era hermano mayor del modelo, músico y empresario Alberto
“Nono” Pugliese. Se recibió de abogado pero su pasión por ser artesano,
escultor, artista, ya despuntaba desde su juventud realizando trabajos con madera
y aun antes, en los años escolares, realizaba figuras esculpiendo las tizas en su
colegio.
La lista de obras salida
de su taller es innumerable: Tato Bores (Mauricio Borensztein) representado
como el personaje Tato, con su peluca y hablando por teléfono; Sandro;
Spinetta; la Mona Giménez; Rodrigo; la negra Sosa; el Mahatma Gandhi; el Che
Guerava; Trump; Néstor Kirchner con la herida en la frente causada por la
máquina fotográfica de un periodista en aquel 25 de mayo de 2003, día de su
asunción presidencial; al presidente Alberto Fernández sonriente y tocando la
guitarra y muchísimos y muchísimos más.
Pero no puedo dejar de
mencionar a la escultura de Jorge Luis Borges sentado a la mesa junto a Adolfo
Bioy Casares en el “Bar La Biela”.
En medios periodísticos
Fernando Pugliese eligió como una de sus mayores realizaciones la que ejecutó
sobre la temática “Tierra Santa”, la cual tiene su intricada historia.
Ya concluía el año de 1999
y había personas temerosas del cercano Fin del Mundo y otras que aseguraban que
las computadores colapsarían y dejarían de funcionar, pero el mayor problema
que afrontaba Armando Cavalieri, el Secretario General del Sindicato de
Comercio, era que se le vencía la concesión que tenía el gremio en un predio ubicado
en la Costanera Norte, frente al Río de la Plata. Debía concretar un proyecto
que reuniera lo cultural con lo educativo. Ahí es donde aparece Fernando
Pugliese y su estudio artístico, pero había muchos inconvenientes que resolver
y nudos que desatar. Varias fueron trabas propias de la burocracia y aspectos
municipales. Hubo otras, más problemáticas, condicionadas por cuestiones
religiosas. Finalmente se pudo concretar el “Parque Temático Tierra Santa” en
diciembre de 1999, a días nomás de vencer el plazo estipulado. Hubo que
convencer a las autoridades islámicas que se recrearían mezquitas pero, por
supuesto, sin representaciones ni del Profeta ni de Alá. En el caso de las autoridades judías,
Pugliese convino que harían una réplica del Muro de los Lamentos y recibió la
aprobación del proyecto. En el caso de los cristianos, la Iglesia Católica,
representada por el entonces Arzobispo de Buenos Aires Jorge Mario Bergoglio,
no solo dio su aprobación inmediata sino que bendijo el predio. Así nació una amistad
con el futuro Papa (13 de marzo de 2013), que llevaría a Pugliese al Vaticano
para entregar esculturas del Cura Brochero a Francisco.
Un segundo Parque Temático
realizado por Pugliese se concretó en la Provincia de Córdoba en homenaje al
Cura Brochero (enero 2021).
Desde cualquiera de las
cuatro esquinas de Darwin y Castillo se puede observar las cabezas de varios
animales que sobresalen del atelier del estudio Pugliese. Son los animales
elegidos para integrar la nueva Arca de Noé que Pugliese por su muerte no pudo
llevar a cabo. Todos esperamos que los que continúan en su emprendimiento puedan
concretar el proyecto.
Todo en pocas cuadras, sin
tener que molestar a nadie, ni tocar timbres o preguntar. Están ahí, a la vista
de aquellos que los quieran ver.
Muchos lugares, vivos
recuerdos y presencias, historias para ampliar.
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