viernes, 10 de julio de 2020

VILLA TALAR: INFORMACIÓN SOBRE UN BARRIO PORTEÑO QUE NO EXISTE MÁS (Parte IV)


VILLA TALAR: INFORMACIÓN SOBRE UN BARRIO PORTEÑO QUE NO EXISTE MÁS

    Por Marcelo J. Bourdeu

Parte IV


Comentamos en entregas anteriores que estas notas están basadas en recortes periodísticos. Inevitablemente, éstos se van agotando. Más aún, se van además espaciando, lo que lamentablemente obliga a saltear meses y hasta años completos.
Quizás este incompleto material pueda ser tomado por alguien amante de la pequeña historia y servir para completar episodios, llenar un vacío o redondear una anécdota. ¿Por qué no un investigador profesional o voluntario interesado por esta villa que no está más en los mapas de Buenos Aires?
Desde luego, para ese investigador, el presente material queda disponible.

El año 1920
Volviendo a nuestro tema y especialmente a las asociaciones como la de fomento de Villa Talar (que entonces no se llamaban, como ahora, ONGs o “del tercer sector”), es lícito pensar que debían resultar muy poco simpáticas para ciertos funcionarios porque peticionaban e insistían, en forma tenaz, incansable. Quizás por hacer suyo el dicho “El que no llora, no mama”…
Y así es que el diario "La Nación" del día de Reyes de 1920 recoge otra larga de lista de demandas y gestiones talarenses. Esta lista incluía:
a) que se continuara con la instalación de lámparas eléctricas en Av. Tres Cruces, Nazca, Lacar, Pedro Morán, Navarro, Nueva York y Av. Nacional y que se aumentara el servicio existente en la Av. San Martín en la intersección de las calles Nueva York, Asunción, Morán, Lacar, Navarro y Tres Cruces.
b) "Debiendo empezar en breve tiempo la construcción del adoquinado en las calles de Lacar y Nazca, se ha pedido a la intendencia municipal que llame a licitación para el afirmado de la Av. Nacional y de las calles Morán y Helguera".
c) gestiones para que la municipalidad estableciera en Villa Talar "una plaza de ejercicios físicos” y construyese jardines en los triángulos resultantes del trazado de las calles. Se pedía además la instalación de un bebedero en la Av. San Martín, entre la Av. Nacional y Tres Cruces. (Nótese lo de la plaza de ejercicios ¡El “fitness” auspiciado públicamente, hace un siglo!)
d) finalmente, se anunciaba se había gestionado ante la empresa de tranvías Anglo-Argentina para que el último coche de la línea 86 partiese de Rivadavia y José María Moreno después de la llegada del último tren subterráneo.
(Nota: señalo aquí una duda personal: el tranvía 86 que conocí, tenía un recorrido, desde los tempranos años 50 en adelante, entre un extremo ubicado en Gualeguaychú entre Asunción y Habana en Villa Devoto, hasta otro en Corrientes y Maipú, sin tocar jamás Flores. ¿Se trata de un error de impresión del diario o el 86 tenía entonces otro recorrido? Quizás pueda aclarar la cuestión el amigo de este blog y mío, el señor Gabriel Mattalía, experto historiador del transporte público porteño).

El domingo 25 de enero la Asociación efectuó un reparto de "una cantidad considerable" de juguetes entre los niños de la Villa ("La Ráfaga", 2/2/1920).
“La Nación" del 18 de abril refleja la insistencia de la A.F.V.T. para que se efectuasen los trabajos de iluminación y construcción ya mencionados, así como para que se apresurasen las obras de adoquinado de Lacar y Nazca.
"La Nación" informa, asimismo, que la Asociación "trata de aunar ideas con sus similares de la zona oeste, para protestar por el aumento de las tarifas implantado por la compañía de tranvías Lacroze".
Con posterioridad, en el mes de mayo, los festejos de las fiestas patrias ocuparon un lugar importante en la vida comunitaria, como era entonces común en todo el país. No es que hoy, un siglo después, no haya festejos, pero ¡cuánto han cambiado las cosas, también en ese aspecto!
Los ya "mayorcitos" (como el que transcribe estas noticias) recordarán la relevancia que tenía la Semana de Mayo no solamente en la vida escolar, sino en toda la población en general. Es cierto que la vida era entonces más sencilla. Es verdad también que -en última instancia- importa más el fondo que las formas, ya que estas pueden ser sólo una cáscara vacía. ¡Pero qué importancia enorme tienen las formas para preservar el fondo! Hemos aceptado  tantos cambios formales que los muy jóvenes – y ¡ay! muchos de sus supuestos maestros- ni siquiera saben bien que hay en el fondo, qué es lo que realmente se conmemora, qué se recuerda y qué importancia tiene para el hoy y para el mañana lo que ayer ocurrió. Parecería que los próceres de Mayo, San Martín, Sarmiento, fueron señores que actuaron con el solo fin de que hoy tengamos un fin de semana largo...

En cambio, a cien años de nuestros días, el 25 de mayo de 1920 fue festejado en Villa Talar de una forma que hoy parece insólita. Más aún si pensamos que no estamos hablando de la Plaza de Mayo, ni de alguna importante capital de provincia sino, modestamente, de un barrio porteño que estaba, en "tramway", a una hora y media del centro porteño.
Veamos cómo fue ese día.
A las 7 de la mañana una banda ejecutó una diana de gloria y se escucharon salvas de bombas de estruendo. A las 10 los niños de las escuelas cantaron el Himno Nacional Argentino en la esquina de Lacar y Nazca y hubo una "conferencia patriótica" a cargo del Sr. Leopoldo Matta, distinguido y activo vecino.
A las 14 fue el turno de los juegos populares: carreras de embolsados, carreras de tres piernas (parejas donde cada integrante tiene una pierna atada a una de su compañero), cinchadas, concurso de saltos, etc., todo con premios para los ganadores.
A las 20, cine al aire libre para todo el mundo en la misma esquina de Lacar y Nazca. Al finalizar, la banda tocó Retreta. ("El Progreso" y "La Prensa" del 26 de mayo)
Repasar este programa creo que suscita, en argentinos mayores de edad del año 2020, algunos sentimientos que se mezclan. Uno puede ser la incredulidad: hoy, sería necesario el triunfo en una copa mundial de fútbol para un festejo comparable. Otro, una cierta envidia por el entusiasmo e ingenuidad con que se celebraba una fiesta patria; entusiasmo e ingenuidad hace ya tiempo y por tantas razones perdidos. ¿Se perdió además el sentido de Patria? ¿No se perdió pero cambiaron sus formas de expresión? ¿Se degradó? Las eventuales causas ¿corresponden a la política? ¿a la economía? Preguntas en todo caso para que responda cada uno de nosotros.

El 8 de julio, las autoridades de la A.F.V.T. participaron seguramente en los festejos por el décimo aniversario de la fundación de la Biblioteca Popular de San Bernardo (hoy Biblioteca Popular Alberdi), en la actual Villa Crespo, en cuya concreción habían participado.

La primavera trajo buenas noticias. Finalmente estaba a la firma del Intendente el proyecto (¡con el imprescindible presupuesto!) para colocar 160 faroles a alcohol a complementar con luz eléctrica donde hubiese cables. Esto lo anunciaban "La Nación" y "El Oeste" del 25 de septiembre de 1920.


El Talar estaba empezando a dejar de ser un barrio plateado solamente por la luna...

El progreso en general fue siempre el objetivo de las asociaciones de fomento y la de Villa Talar lo procuraba por todos los medios posibles. Cuando ese progreso llegaba era lógicamente bienvenido. Pero existía ya en la ciudad y en la Villa una conciencia -aunque fuese en forma incipiente e inconstante- acerca de que ese progreso debía ser pagado criteriosamente, sin hipotecar el futuro.
Así, aunque el concepto de ecología como lo conocemos hoy no existía entonces, se sabía que los terrenos abiertos y la masa vegetal que eran -y fundamentalmente siguen siendo- una de las características más ricas y relevantes de esas "Villas" del noroeste porteño debían ser en lo posible preservadas.
Según nuestras fuentes, fue el Intendente Municipal Don José Luis Cantilo el impulsor de la creación en el Talar de una entidad conservadora de la naturaleza. Esto ocurrió durante su primera intendencia, entre noviembre de 1919 y octubre de 1921. (Cuarenta años después se le rendiría homenaje a Cantilo dando su nombre a la vieja calle Lacar en toda su extensión.) Así, en Villa Talar se constituyó una "Comisión de damas protectoras de árboles y plantas".
Todo indica que, más allá de su importancia intrínseca, la creación de esa comisión fue un acontecimiento relevante ya que para oficializar su constitución el propio Intendente Municipal visitó Villa Talar el domingo 3 de octubre de 1920.
Como no podía ser menos en esos años ceremoniosos, se le ofreció al Intendente una recepción que incluyó un discurso del presidente de la A.F.V.T. dando la bienvenida al Dr. Cantilo. El Intendente agradeció extendiéndose sobre la labor benéfica de las sociedades vecinales en general y de las comisiones de damas como la creada.
En el momento del "lunch" hablaron también la secretaria general de la flamante comisión, Sra. María Luisa F. de Matta y el concejal José A. Amuchástegui. Hubo banda de música y números de canto y piano, aunque lamentablemente no se indica en que edificio ocurrió todo esto, ya que es seguro que no fue al aire libre dado que se menciona el mal tiempo reinante.


Integraron esta comisión protectora de árboles y plantas de Villa Talar las siguientes señoras: Presidenta: María D. de Vergara; vicepresidenta 1a.: Sara Carreiras; vicepresidenta 2a.: Magdalena R. de Pita, secretaria general: la ya mencionada Sra. de Matta; secretaria de actas: Juana Bordenave; prosecretaria: Catalina N. de Müller; tesorera: Emma B. Bourdeu; protesorera: Clotilde Charpentier; vocales: Amalia Daneri, María N. B. de Bernabó, Honoria Charpentier, María E. de Gorbea, Zulema Anabia, Catalina C. de Polti,  Martha E. Bourdeu, Lorenzina R. de Daglio, María Luisa Bordenave, Margarita N. de Torres, Teresa Causa, Lili B. de Oger, Graciana Lartirigoyen, Helena L. de Bourdeu, Francisca Estela, María P. de López y Amalia Toppi entre otras.
Todos los datos sobre esta comisión han sido tomados de los siguientes medios de ese mes de octubre: "Última Hora" del día 1°, "La Época" y "La Prensa" del 4, "La Prensa" del 5, "El Oeste" del 10 -que se reproduce- y "El Progreso" del día 21.

Cerramos esta muy sintética crónica de 1920 mencionando que en noviembre, el diario "La Nación" informó que la A.F.V.T. había conseguido ("nuevamente") que se llamase a licitación para el empedrado de Lacar, desde Av. San Martín a Nazca y de ésta última calle desde Tres Cruces hasta Av. América. Además, que la Asociación "...ha conseguido la apertura de la calle Tres Cruces a la altura de las vías del ferrocarril de la Compañía de Buenos Aires", es decir de Beiró y las vías del ex Urquiza.
Así, muy de a poco, el Talar se modernizaba.


jueves, 9 de julio de 2020

POR SIEMPRE HÉROES


POR SIEMPRE HÉROES
En memoria de Ariel Gastón Vázquez y Maximiliano Firma Paz

Por Eduardo Horacio Bolan

El fuego es el servidor universal é indispensable de la humanidad, está ligado con casi todas las operaciones de la vida y es no solamente necesario para el bienestar del hombre, sino necesario para su propia existencia; pero cuando se convierte en amo, es el amo más cruel. (José María Calaza, 1887)

Orígenes del Cuerpo de Bomberos
Desde la segunda Fundación de Buenos Aires (1580) hasta la creación de su Municipalidad en 1856, en esta ciudad los incendios se apagaban con baldazos de agua llevados de mano en mano por los que pudieran acarrearlos.
Después de 1856 la situación no cambió mucho, la idea de componer un cuerpo especial estaba presente pero no había presupuesto para su creación.
La policía se hacía cargo de apagar los incendios por medio de sus “vigilantes y serenos” y con el apoyo de vecinos decididos.
Recién en 1866 es cuando se destinaron dos carros con agua y diez vigilantes exclusivos para paliar los siniestros.
A partir de allí se trató de profesionalizar este escuadrón que salvaba vidas y bienes materiales.
Con fecha 2 de enero de 1870 se integra la “Compañía de vigilantes bomberos”.


 Vigilante bombero hacia 1868

Uno de los cadetes del grupo, era José María Calaza que, por capacidad propia, llega a conducir esta brigada durante tres décadas.
Ya como Teniente Coronel y Jefe del Cuerpo de Bomberos de la Capital, Don José María Calaza, escribió su “Manual de Bomberos” el cual fue “mandado a imprimir por òrden del Exmo. Gobierno Nacional para uso del referido cuerpo” en Buenos Aires en el año 1887.
Calaza nos dice en su obra (respetando la ortografía de esos años): “Nuestro Cuerpo de Bomberos, cuyo plantel fue formado en 1870, no ha tenido hasta el presente Manual donde estudiar sus obligaciones, ni los deberes que su noble profesión proclama. El motivo principal que me ha inducido á escribir estas pájinas, es el de proveer de un Manual para el uso de los bomberos profesionales de la Capital (…)”


A partir de esta Introducción detalla especificaciones generales y particulares: bomba de agua, de aire, los carros con sus ejes y sus ruedas traseras y delanteras, las maniobras que corresponde efectuar, mangueras, faroles, picos, manejo de hachas, escaleras, salvataje de personas.
Trata de no dejar nada librado al azar, aunque el albur siempre está presente.

Orígenes de los Bomberos Voluntarios en La Argentina y su legislación
Llamas voraces y humo que sofocaba eran habituales en aquellas casillas, y en tantos lugares más, del barrio de La Boca hacia el 1880. Familias enteras, especialmente inmigrantes italianos recién llegados, perdían sus pertenencias y a alguno de sus integrantes en estos incidentes.
Varios vecinos boquenses, encabezados por Tomás Liberti, decidieron agruparse para conformar la Asociación Italiana de Bomberos Voluntarios de La Boca. La reunión se realizó el día de descanso, un domingo. Era el 2 de junio de 1884.
En el año 1988 se creó el Consejo de Federaciones de Bomberos Voluntarios de la República Argentina.
Para dar mayor sustento nacional y modernizar su accionar se sancionó la Ley 25054 en el año 1998, donde se reconoce al 2 de junio como “Día del Bombero Voluntario”, en honor a aquella reunión de vecinos de  1884 en el barrio de La Boca.
Esta Ley nacional fue modificada en 2014 por la 26987
Cada provincia de la República Argentina tiene su propia Ley al respecto. Dentro de la jurisdicción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es la Nº 1240 del año 2003, que consta de cuarenta y dos artículos. Transcribo dos:
Artículo 2º.- Las Entidades de Bomberos Voluntarios tienen por misión el rescate, salvamento, auxilio y protección de personas y bienes en caso de incendio, accidente u otro siniestro de origen natural o intencional, como igualmente de tareas tendientes a la prevención de los mismos y toda otra tarea que hacen a una mejor calidad de vida de los vecinos.
Artículo 30.- Es misión del cuerpo operativo: a) prevención y extinción de incendios; b) rescate y salvamento de personas y bienes; c) conservación de materiales y equipos para salvamento y contra incendio; d) información y educación de la comunidad sobre el servicio que les incumbe; e) intervención en toda acción que haga a su misión de acuerdo al Art. 2° de la presente Ley.


División Cuartel VI “Villa Crespo”, Bomberos de la Ciudad
Funciona en Av. Corrientes 5340. Décadas atrás allí era el asiento de la Comisaría, que hoy en día se encuentra en Camargo 645, justo atrás del Cuartel de Bomberos.
El terreno era propiedad de Salvador Benedit, baluarte del Villa Crespo inicial, de fines del siglo XIX y comienzos del XX
A pocos metros de la hoy entrada del Cuartel se hallaba el aljibe del cual Benedit y su familia se abastecían de agua.

Nuevos Héroes


Los acontecimientos acaecidos el 2 de junio pero de 2020, en el sótano de una perfumería de Av. Corrientes al 5200 me (nos) trajo desazón y tristeza. Una explosión acabó con la vida de dos bomberos y dejó heridos a varios más.
Autoridades y vecinos homenajearon a los héroes muertos: Ariel Gastón Vázquez,  jefe operativo en el Cuerpo de Bomberos y director de la Compañía de Planeamiento Desarrollo y RRHH de Bomberos de la Ciudad,  y Maximiliano Firma Paz, subcomisario de la Estación VI de Villa Crespo.
Por siempre en nuestros corazones y en la Historia.

 


UNA (MUY) BREVE HISTORIA DE LOS NOMBRES DE UNA AVENIDA (Segunda parte)


UNA (MUY) BREVE HISTORIA DE LOS NOMBRES DE UNA AVENIDA
(Segunda parte)

Por Eduardo Horacio Bolan

Comienza en Villa Crespo, cruza la Av. Córdoba (en este tramo su denominación anterior era Rivera) y se adentra en territorio de Palermo, donde concluye su recorrido. A mediados del siglo XIX el nombre de esta arteria era “Ministro inglés” por la cercanía de la quinta propiedad de Mr. Henry Southern, diplomático británico que firmara en 1849 el tratado Arana- Southern, en el cual se reconocía la navegabilidad de los ríos Paraná y Uruguay bajo las leyes de la Confederación Argentina.
Por Ordenanza de 1893 su denominación pasa a ser ”Canning”, en honor a George Canning, ministro de asuntos exteriores británico. Gran Bretaña fue el primer gobierno europeo en reconocer nuestra  independencia y el primero en registrar un país sudamericano como independiente.

Cambio de gobiernos, cambio de nombres
Con el advenimiento de un gobierno constitucional (25 de mayo de 1973), tras años de regímenes de facto, el Intendente de la Capital Federal volvió a ser elegido por el Presidente de la Nación con acuerdo con el Senado y del Concejo Deliberante de la Ciudad.
Con un gobierno “nacional y popular” se consideró indispensable que esta avenida fuera renombrada precisamente con el nombre de alguien que había combatido con su pensamiento y con sus escritos al imperialismo británico.
Por Ordenanza Nº 29.014 del año 1974, siendo intendente el general retirado José Embrioni (1906-1996) la avenida pasó a llamarse Raúl Scalabrini Ortiz.
Tras la destitución de la Presidenta constitucional María Estela Martínez de Perón (1976) el intendente de la Capital Federal volvió a ser designado por el usurpador gobierno de facto.
Por Ordenanza Nº 32.906 de 1976, intendencia de Osvaldo Andrés Cacciatore, se restituyó el nombre de “Canning” a la avenida.
Con el nuevo advenimiento de la Democracia y por Decreto Nº 148 del 29 de diciembre de 1984, intendente Julio César Saguier (UCR), vuelve a restablecerse el nombre de Raúl Scalbrini Ortiz.

Raúl Scalabrini Ortiz, el hombre detrás del nombre
Quien llegara a ser un pensador, escritor, periodista, ensayista, nace en Corrientes, ciudad capital de la provincia homónima en 1898.
Su padre, Pedro, había llegado de su Italia natal y se radica en Entre Ríos. Allí conoce a Ernestina Ortiz, con la que se casa y se mudan a Corrientes.
De esta unión nace Raúl el 14 de febrero de 1898. Al igual que su padre, siente afición por las ciencias naturales.
Es enviado a la Capital Federal para perfeccionarse y se inscribe en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Buenos Aires. Se recibe de agrimensor y ya en 1918 publica un libro sobre un tema de su especialidad “Errores que afectan a la taquimetría”.
Para ganarse el sustento trabaja en la Dirección de Puertos.
Observador agudo, su interés por las letras y la escritura lo lleva a publicar un nuevo libro bajo el título de “La Manga”, esta vez centra su mirada en los ambientes y costumbres porteñas bajo el formato de cuentos. Es el año 1923.
Atrás queda el primer gobierno del radical Hipólito Yrigoyen, elegido por la Ley Sáenz Peña con el voto secreto y obligatorio para electores varones. Le sucede otro radical Marcelo Torcuato de Alvear.
Dedicado puramente a su nueva pasión, las letras, deja de lado su profesión original y comienza un camino como periodista en el diario “La Nación”. Lo hará entre 1926 y 1930. También escribe artículos para la revista “El Hogar”.
Se decepciona con la nueva elección como Presidente de Hipólito Yrigoyen, quien sucede en la presidencia de la Nación a Alvear en 1928.
Disgustado con el cariz que toma este nuevo gobierno de Yrigoyen toma partido con los civiles que exigen su dimisión y participa con su voz en el golpe de Estado de 1930.
Son momentos muy difíciles para el país, desde lo militar y lo civil hay facciones que apoyan a Hipólito Yrigoyen y hay otras que lo denostan y toman la acción para destituir al Presidente. Entre tantos otros, Juan Domingo Perón (1895-1974) participa en lo militar acompañando a los oficiales "justistas" (seguidores de Agustín P. Justo), como el Gral. José María Sarobe y el Tte. Cnel. Bartolomé Descalzo, contrarios al Gral. José Félix Uriburu. Desde lo civil lo hace Raúl Scalabrini Ortiz.

Raúl Scalabrini Ortiz

Pensamiento nacionalista
Muy pronto se siente desalentado por el gobierno golpista del general José Félix Uriburu.
Scalabrini Ortiz deja su trabajo en “La Nación” y se incorpora a “Noticias Gráficas” más afín a criticar al nuevo gobierno usurpador de la voluntad de los votantes.
También se dedica a escribir un  nuevo libro, el cual es editado en 1931, “El hombre que está solo y espera”, con el cual obtiene el Premio Municipal y el reconocimiento de la intelectualidad del momento.


Su crítica a la dictadura se transforma en pasión, lo cual lo lleva a apoyar decididamente las intentonas revolucionarias de los radicales entre 1931 a 1933. Participa activamente en 1933 bajo el mando del teniente coronel Gregorio Pomar contra el gobierno de Agustín Pedro Justo, elegido mediante fraude y proscripciones. La sublevación es sofocada y Scalabrini Ortiz conoce la cárcel y luego el destierro.
Va a Italia y luego pasa a Alemania. Allí profundiza su pensamiento antibritánico.
Al año siguiente, 1934, regresa al país, todavía con Justo en el gobierno.
Sigue escribiendo artículos periodísticos, esta vez en “Señales” (1935).
Con su retorno al país se acerca al grupo de “FORJA” (Fuerza de Orientación radical de la Joven Argentina). Esta agrupación era dirigida por el abogado Juan Bautista Fleitas, quien había ejercido el Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación durante la segunda presidencia de Yrigoyen (1928-1930).
Allí militan otros jóvenes decididos e intelectuales de su edad como Arturo Jaureche, Gabriel del Mazo, el abogado Jorge del Río; también más jóvenes, tal el caso de Homero Manzi y también hombres de edad madura como el ingeniero y militar Luis Dellepiane.
Esta agrupación realiza actos callejeros y se reúne en el sótano  de Lavalle 1725. De allí surgirán los “Cuadernos de FORJA”.
Raúl Scalabrini Ortiz escribe en esos Cuadernos sus más reconocidos títulos producto de su pensamiento nacionalista: “Política Británica en el Río de la Plata” (1936), “Historia del primer empréstito argentino” (1939).


Luego, en 1940, vendrá el libro “Historia de los ferrocarriles argentinos” y muchos más, siempre orientados a la conciencia nacional antiimperialista.
En 1943 renuncia a FORJA por diferencias ideológicas del momento, ya que la agrupación apoya al GOU (Grupo Oficiales Unidos) y a la Revolución del 4 de junio de ese año.
En cierto modo sí apoya el comienzo del peronismo. Le acerca ideas para nacionalizar el ferrocarril pero nunca acepta cargos en el gobierno.
Se opone a la Revolución Libertadora (1955) que le clausura su diario “El Líder” por sus continuas críticas.
Fallece en la Ciudad de Buenos Aires el 30 de mayo de 1959, luego de una intensa y batalladora vida.




               



UNA (MUY) BREVE HISTORIA DE LOS NOMBRES DE UNA AVENIDA (Primera parte)

UNA (MUY) BREVE HISTORIA DE LOS NOMBRES DE UNA  AVENIDA
(Primera parte)

Por Eduardo Horacio Bolan

Pasó por varias denominaciones, inclusive hubo que colocarle dos veces la misma designación aunque muchos vecinos aun la llaman con su nombre anterior. Es la Avenida Raúl Scalabrini Ortiz.

En épocas de caminos de tierra
Lo que hoy es Villa Crespo y hacia 1880, cuando el actual barrio era considerado paraje, la vista que ofrecía a los pocos habitantes y a los esporádicos visitantes era de quintas, zanjas, potreros, lagunas, bañados, algún camino de tierra, hornos de ladrillos (donde se realizaran el material para la base con que se construyera la Catedral de Buenos Aires).
Lugar mayormente silencioso, era interrumpida esa tranquilidad por el ruido de los tramways y sus cornetas.
Toda intersección importante de calles, tomando como eje la Av. Corrientes, disponían, aun en la centuria del siglo XIX, de establecimientos para destacar tales como almacenes o las llamadas pulperías, como el caso de Centro América (hoy Av. Pueyrredón desde diciembre de 1902), Bermejo (hoy Jean Jaurès desde noviembre de 1919), Chubut (luego denominada 3º Gaona y hoy Av. Ángel Gallardo).
En el actual Villa Crespo en el cruce entre Triunvirato (Av. Corrientes) y la hoy Av. Scalabrini Ortiz, en los lejanos años de la época de Juan Manuel de Rosas, se encontraba la Pulpería  de Tachella. Lugar de reunión de boyeros, allí se acercaban los carreteros con sus caballos y mercancía y de vez en cuando los soldados del Quinto Regimiento de Caballería, los Colorados del Monte, milicia creada y sostenida por el Gobernador Rosas.
Todavía no era avenida la actual Raúl Scalabrini Ortiz pero ya se vislumbraba como una arteria importante y tenía su propio nombre.

Ministro inglés
En los orígenes de lo que sería el trazado de calles de los barrios alejados del centro porteño (el Cabildo, la Catedral, San Telmo) el nombre de la actual Raúl Scalabrini Ortiz era Ministro inglés.
Su denominación hace referencia a Henry Southern, representante diplomático en estas tierras de Su Majestad del, hoy, Reino Unido.
Nacido en York (ciudad de Inglaterra) en 1814, Henry Southern, siendo joven se dedica a ser periodista, editor y escritor para luego ser enviado a España como secretario del embajador británico en España.
Con 33 años, en 1847, es designado como diplomático británico en Buenos Aires. Presenta sus credenciales ante las autoridades de la Confederación Argentina pero el gobernador de Buenos Aires (encargado de las Relaciones exteriores) Juan Manuel de Rosas no se las acepta ya que son los tiempos del bloqueo anglo-francés y en el juego político hay muchas cuestiones que resolver.
Southern, diplomático y conocedor del idioma español, elige no confrontar y solicita habitar en tierras argentinas.
Pasa a residir en un terreno, con una superficie de alrededor de diez manzanas, lindando con el Camino de Moreno (hoy Av. Warnes) y en un sector con vista al Arroyo Maldonado (la idea generalizada es que el Arroyo, hoy entubado, corre debajo de la Av. Juan B. Justo, pero no es así, el curso del Maldonado es más amplio que el de la avenida).
La quinta de Henry Southern estaba ubicada muy cerca de los terrenos de la familia Nazar.
La difícil cuestión diplomática es zanjada con la firma del tratado Arana-Southern (1849) donde Rosas logra que Gran Bretaña reconozca que la navegación de los ríos Paraná y Uruguay fuera bajo las leyes de la Confederación y otras cuestiones sobre la guerra civil en Uruguay.

Southern fallece en 1853 como diplomático en Río de Janeiro.



Canning
Por Ordenanza del 27 de noviembre de 1893 se deja de lado la denominación de Ministro inglés y se la renombra Canning, en honor a George Canning (1770-1827)
De profesión abogado pronto incursiona en la  política británica dentro del Ministerio de Relaciones Exteriores. Desde allí propicia la Independencia de los nuevos estados americanos aunque, como bien señalara el Encargado de Negocios norteamericano Forbes, “Gran Bretaña solo persigue ventajas para sí misma”.
El 2 de febrero de 1825 se firma el “Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre Gran Bretaña y las Provincias Unidas del Río de la Plata”.
Del lado británico firma el cónsul Parish y Manuel José García por el gobierno de las Provincias Unidas.
En la práctica Gran Bretaña reconocía la Independencia de lo que hoy es la República Argentina, siendo la primera colonia española en América en ser reconocida como independiente por parte de la corona británica.
Luego vendrá el apoyo de Canning a la Gran Colombia, aunque finalmente esta idea de gran nación se disolviera hacia 1830 por diferencias irreconciliables de los diversos países que la componían.

Canning fallece en 1827 ocupando el cargo de Primer Ministro.

  George Canning



Se afincan nuevas colectividades en la Av. Canning
En relación a la población del barrio Villa Crespo, a principios del siglo XX y en sus décadas iniciales, a las primitivas colectividades de italianos y españoles se le incorporaron las de sirios libaneses e inmigrantes de religión hebraica, al mismo tiempo que muchas otras.
Con respecto a la Av. Canning, en su tramo entre Triunvirato (hoy Av. Corrientes) hasta la Av. Córdoba, en general siempre hay particularidades, los israelitas abrieron sus negocios de venta de artículos textiles mientras que la corriente sirio libanesa instaló sus negocios alrededor de la Av. Canning al 800.
La mayoría de los nuevos inmigrantes tenían el negocio al frente y sus viviendas en la parte posterior.
La colectividad armenia, reitero expresando características generales, se hizo presente pasando la Av. Córdoba ya en el barrio de Palermo.

Cambio de gobierno y cambio de denominación

En 1974 con un gobierno “nacional y popular” el Intendente de la Capital Federal cambia el nombre de Canning por el de Raúl Scalabrini Ortiz, intelectual y hombre de acción ferviente adversario del imperialismo británico.
  Raúl Scalbrini Ortiz

Pero los renombres de esta avenida no iban a quedar ahí, la historia de las denominaciones de esta avenida tendrá dos vueltas más aunque siempre su eje relacionado con el imperio británico.