viernes, 10 de julio de 2020

VILLA TALAR: INFORMACIÓN SOBRE UN BARRIO PORTEÑO QUE NO EXISTE MÁS (Parte IV)


VILLA TALAR: INFORMACIÓN SOBRE UN BARRIO PORTEÑO QUE NO EXISTE MÁS

    Por Marcelo J. Bourdeu

Parte IV


Comentamos en entregas anteriores que estas notas están basadas en recortes periodísticos. Inevitablemente, éstos se van agotando. Más aún, se van además espaciando, lo que lamentablemente obliga a saltear meses y hasta años completos.
Quizás este incompleto material pueda ser tomado por alguien amante de la pequeña historia y servir para completar episodios, llenar un vacío o redondear una anécdota. ¿Por qué no un investigador profesional o voluntario interesado por esta villa que no está más en los mapas de Buenos Aires?
Desde luego, para ese investigador, el presente material queda disponible.

El año 1920
Volviendo a nuestro tema y especialmente a las asociaciones como la de fomento de Villa Talar (que entonces no se llamaban, como ahora, ONGs o “del tercer sector”), es lícito pensar que debían resultar muy poco simpáticas para ciertos funcionarios porque peticionaban e insistían, en forma tenaz, incansable. Quizás por hacer suyo el dicho “El que no llora, no mama”…
Y así es que el diario "La Nación" del día de Reyes de 1920 recoge otra larga de lista de demandas y gestiones talarenses. Esta lista incluía:
a) que se continuara con la instalación de lámparas eléctricas en Av. Tres Cruces, Nazca, Lacar, Pedro Morán, Navarro, Nueva York y Av. Nacional y que se aumentara el servicio existente en la Av. San Martín en la intersección de las calles Nueva York, Asunción, Morán, Lacar, Navarro y Tres Cruces.
b) "Debiendo empezar en breve tiempo la construcción del adoquinado en las calles de Lacar y Nazca, se ha pedido a la intendencia municipal que llame a licitación para el afirmado de la Av. Nacional y de las calles Morán y Helguera".
c) gestiones para que la municipalidad estableciera en Villa Talar "una plaza de ejercicios físicos” y construyese jardines en los triángulos resultantes del trazado de las calles. Se pedía además la instalación de un bebedero en la Av. San Martín, entre la Av. Nacional y Tres Cruces. (Nótese lo de la plaza de ejercicios ¡El “fitness” auspiciado públicamente, hace un siglo!)
d) finalmente, se anunciaba se había gestionado ante la empresa de tranvías Anglo-Argentina para que el último coche de la línea 86 partiese de Rivadavia y José María Moreno después de la llegada del último tren subterráneo.
(Nota: señalo aquí una duda personal: el tranvía 86 que conocí, tenía un recorrido, desde los tempranos años 50 en adelante, entre un extremo ubicado en Gualeguaychú entre Asunción y Habana en Villa Devoto, hasta otro en Corrientes y Maipú, sin tocar jamás Flores. ¿Se trata de un error de impresión del diario o el 86 tenía entonces otro recorrido? Quizás pueda aclarar la cuestión el amigo de este blog y mío, el señor Gabriel Mattalía, experto historiador del transporte público porteño).

El domingo 25 de enero la Asociación efectuó un reparto de "una cantidad considerable" de juguetes entre los niños de la Villa ("La Ráfaga", 2/2/1920).
“La Nación" del 18 de abril refleja la insistencia de la A.F.V.T. para que se efectuasen los trabajos de iluminación y construcción ya mencionados, así como para que se apresurasen las obras de adoquinado de Lacar y Nazca.
"La Nación" informa, asimismo, que la Asociación "trata de aunar ideas con sus similares de la zona oeste, para protestar por el aumento de las tarifas implantado por la compañía de tranvías Lacroze".
Con posterioridad, en el mes de mayo, los festejos de las fiestas patrias ocuparon un lugar importante en la vida comunitaria, como era entonces común en todo el país. No es que hoy, un siglo después, no haya festejos, pero ¡cuánto han cambiado las cosas, también en ese aspecto!
Los ya "mayorcitos" (como el que transcribe estas noticias) recordarán la relevancia que tenía la Semana de Mayo no solamente en la vida escolar, sino en toda la población en general. Es cierto que la vida era entonces más sencilla. Es verdad también que -en última instancia- importa más el fondo que las formas, ya que estas pueden ser sólo una cáscara vacía. ¡Pero qué importancia enorme tienen las formas para preservar el fondo! Hemos aceptado  tantos cambios formales que los muy jóvenes – y ¡ay! muchos de sus supuestos maestros- ni siquiera saben bien que hay en el fondo, qué es lo que realmente se conmemora, qué se recuerda y qué importancia tiene para el hoy y para el mañana lo que ayer ocurrió. Parecería que los próceres de Mayo, San Martín, Sarmiento, fueron señores que actuaron con el solo fin de que hoy tengamos un fin de semana largo...

En cambio, a cien años de nuestros días, el 25 de mayo de 1920 fue festejado en Villa Talar de una forma que hoy parece insólita. Más aún si pensamos que no estamos hablando de la Plaza de Mayo, ni de alguna importante capital de provincia sino, modestamente, de un barrio porteño que estaba, en "tramway", a una hora y media del centro porteño.
Veamos cómo fue ese día.
A las 7 de la mañana una banda ejecutó una diana de gloria y se escucharon salvas de bombas de estruendo. A las 10 los niños de las escuelas cantaron el Himno Nacional Argentino en la esquina de Lacar y Nazca y hubo una "conferencia patriótica" a cargo del Sr. Leopoldo Matta, distinguido y activo vecino.
A las 14 fue el turno de los juegos populares: carreras de embolsados, carreras de tres piernas (parejas donde cada integrante tiene una pierna atada a una de su compañero), cinchadas, concurso de saltos, etc., todo con premios para los ganadores.
A las 20, cine al aire libre para todo el mundo en la misma esquina de Lacar y Nazca. Al finalizar, la banda tocó Retreta. ("El Progreso" y "La Prensa" del 26 de mayo)
Repasar este programa creo que suscita, en argentinos mayores de edad del año 2020, algunos sentimientos que se mezclan. Uno puede ser la incredulidad: hoy, sería necesario el triunfo en una copa mundial de fútbol para un festejo comparable. Otro, una cierta envidia por el entusiasmo e ingenuidad con que se celebraba una fiesta patria; entusiasmo e ingenuidad hace ya tiempo y por tantas razones perdidos. ¿Se perdió además el sentido de Patria? ¿No se perdió pero cambiaron sus formas de expresión? ¿Se degradó? Las eventuales causas ¿corresponden a la política? ¿a la economía? Preguntas en todo caso para que responda cada uno de nosotros.

El 8 de julio, las autoridades de la A.F.V.T. participaron seguramente en los festejos por el décimo aniversario de la fundación de la Biblioteca Popular de San Bernardo (hoy Biblioteca Popular Alberdi), en la actual Villa Crespo, en cuya concreción habían participado.

La primavera trajo buenas noticias. Finalmente estaba a la firma del Intendente el proyecto (¡con el imprescindible presupuesto!) para colocar 160 faroles a alcohol a complementar con luz eléctrica donde hubiese cables. Esto lo anunciaban "La Nación" y "El Oeste" del 25 de septiembre de 1920.


El Talar estaba empezando a dejar de ser un barrio plateado solamente por la luna...

El progreso en general fue siempre el objetivo de las asociaciones de fomento y la de Villa Talar lo procuraba por todos los medios posibles. Cuando ese progreso llegaba era lógicamente bienvenido. Pero existía ya en la ciudad y en la Villa una conciencia -aunque fuese en forma incipiente e inconstante- acerca de que ese progreso debía ser pagado criteriosamente, sin hipotecar el futuro.
Así, aunque el concepto de ecología como lo conocemos hoy no existía entonces, se sabía que los terrenos abiertos y la masa vegetal que eran -y fundamentalmente siguen siendo- una de las características más ricas y relevantes de esas "Villas" del noroeste porteño debían ser en lo posible preservadas.
Según nuestras fuentes, fue el Intendente Municipal Don José Luis Cantilo el impulsor de la creación en el Talar de una entidad conservadora de la naturaleza. Esto ocurrió durante su primera intendencia, entre noviembre de 1919 y octubre de 1921. (Cuarenta años después se le rendiría homenaje a Cantilo dando su nombre a la vieja calle Lacar en toda su extensión.) Así, en Villa Talar se constituyó una "Comisión de damas protectoras de árboles y plantas".
Todo indica que, más allá de su importancia intrínseca, la creación de esa comisión fue un acontecimiento relevante ya que para oficializar su constitución el propio Intendente Municipal visitó Villa Talar el domingo 3 de octubre de 1920.
Como no podía ser menos en esos años ceremoniosos, se le ofreció al Intendente una recepción que incluyó un discurso del presidente de la A.F.V.T. dando la bienvenida al Dr. Cantilo. El Intendente agradeció extendiéndose sobre la labor benéfica de las sociedades vecinales en general y de las comisiones de damas como la creada.
En el momento del "lunch" hablaron también la secretaria general de la flamante comisión, Sra. María Luisa F. de Matta y el concejal José A. Amuchástegui. Hubo banda de música y números de canto y piano, aunque lamentablemente no se indica en que edificio ocurrió todo esto, ya que es seguro que no fue al aire libre dado que se menciona el mal tiempo reinante.


Integraron esta comisión protectora de árboles y plantas de Villa Talar las siguientes señoras: Presidenta: María D. de Vergara; vicepresidenta 1a.: Sara Carreiras; vicepresidenta 2a.: Magdalena R. de Pita, secretaria general: la ya mencionada Sra. de Matta; secretaria de actas: Juana Bordenave; prosecretaria: Catalina N. de Müller; tesorera: Emma B. Bourdeu; protesorera: Clotilde Charpentier; vocales: Amalia Daneri, María N. B. de Bernabó, Honoria Charpentier, María E. de Gorbea, Zulema Anabia, Catalina C. de Polti,  Martha E. Bourdeu, Lorenzina R. de Daglio, María Luisa Bordenave, Margarita N. de Torres, Teresa Causa, Lili B. de Oger, Graciana Lartirigoyen, Helena L. de Bourdeu, Francisca Estela, María P. de López y Amalia Toppi entre otras.
Todos los datos sobre esta comisión han sido tomados de los siguientes medios de ese mes de octubre: "Última Hora" del día 1°, "La Época" y "La Prensa" del 4, "La Prensa" del 5, "El Oeste" del 10 -que se reproduce- y "El Progreso" del día 21.

Cerramos esta muy sintética crónica de 1920 mencionando que en noviembre, el diario "La Nación" informó que la A.F.V.T. había conseguido ("nuevamente") que se llamase a licitación para el empedrado de Lacar, desde Av. San Martín a Nazca y de ésta última calle desde Tres Cruces hasta Av. América. Además, que la Asociación "...ha conseguido la apertura de la calle Tres Cruces a la altura de las vías del ferrocarril de la Compañía de Buenos Aires", es decir de Beiró y las vías del ex Urquiza.
Así, muy de a poco, el Talar se modernizaba.


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