VILLA TALAR: INFORMACIÓN SOBRE UN BARRIO
PORTEÑO QUE NO EXISTE MÁS
Parte IV
Comentamos en entregas anteriores que estas notas
están basadas en recortes periodísticos. Inevitablemente, éstos se van agotando.
Más aún, se van además espaciando, lo que lamentablemente obliga a saltear
meses y hasta años completos.
Quizás este incompleto material pueda ser tomado por
alguien amante de la pequeña historia y servir para completar episodios, llenar
un vacío o redondear una anécdota. ¿Por qué no un investigador profesional o
voluntario interesado por esta villa que no está más en los mapas de Buenos
Aires?
Desde luego, para ese investigador, el presente material
queda disponible.
El año 1920
Volviendo a nuestro tema y especialmente a las asociaciones
como la de fomento de Villa Talar (que entonces no se llamaban, como ahora, ONGs
o “del tercer sector”), es lícito pensar que debían resultar muy poco
simpáticas para ciertos funcionarios porque peticionaban e insistían, en forma
tenaz, incansable. Quizás por hacer suyo el dicho “El que no llora, no mama”…
Y así es que el diario "La Nación" del día
de Reyes de 1920 recoge otra larga de lista de demandas y gestiones talarenses.
Esta lista incluía:
a) que se continuara con la instalación de lámparas
eléctricas en Av. Tres Cruces, Nazca, Lacar, Pedro Morán, Navarro, Nueva York y
Av. Nacional y que se aumentara el servicio existente en la Av. San Martín en
la intersección de las calles Nueva York, Asunción, Morán, Lacar, Navarro y
Tres Cruces.
b) "Debiendo empezar en breve tiempo la
construcción del adoquinado en las calles de Lacar y Nazca, se ha pedido a la
intendencia municipal que llame a licitación para el afirmado de la Av.
Nacional y de las calles Morán y Helguera".
c) gestiones para que la municipalidad estableciera
en Villa Talar "una plaza de ejercicios físicos” y construyese jardines en
los triángulos resultantes del trazado de las calles. Se pedía además la
instalación de un bebedero en la Av. San Martín, entre la Av. Nacional y Tres
Cruces. (Nótese lo de la plaza de ejercicios ¡El “fitness” auspiciado
públicamente, hace un siglo!)
d) finalmente, se anunciaba se había gestionado ante
la empresa de tranvías Anglo-Argentina para que el último coche de la línea 86
partiese de Rivadavia y José María Moreno después de la llegada del último tren
subterráneo.
(Nota: señalo aquí una duda personal: el tranvía 86
que conocí, tenía un recorrido, desde los tempranos años 50 en adelante, entre un
extremo ubicado en Gualeguaychú entre Asunción y Habana en Villa Devoto, hasta
otro en Corrientes y Maipú, sin tocar jamás Flores. ¿Se trata de un error de
impresión del diario o el 86 tenía entonces otro recorrido? Quizás pueda
aclarar la cuestión el amigo de este blog y mío, el señor Gabriel Mattalía,
experto historiador del transporte público porteño).
El domingo 25 de enero la Asociación efectuó un
reparto de "una cantidad considerable" de juguetes entre los niños de
la Villa ("La Ráfaga", 2/2/1920).
“La Nación" del 18 de abril refleja la
insistencia de la A.F.V.T. para que se efectuasen los trabajos de iluminación y
construcción ya mencionados, así como para que se apresurasen las obras de
adoquinado de Lacar y Nazca.
"La Nación" informa, asimismo, que la
Asociación "trata de aunar ideas con sus similares de la zona oeste, para
protestar por el aumento de las tarifas implantado por la compañía de tranvías
Lacroze".
Con posterioridad, en el mes de mayo, los festejos
de las fiestas patrias ocuparon un lugar importante en la vida comunitaria,
como era entonces común en todo el país. No es que hoy, un siglo después, no
haya festejos, pero ¡cuánto han cambiado las cosas, también en ese aspecto!
Los ya "mayorcitos" (como el que
transcribe estas noticias) recordarán la relevancia que tenía la Semana de Mayo
no solamente en la vida escolar, sino en toda la población en general. Es
cierto que la vida era entonces más sencilla. Es verdad también que -en última
instancia- importa más el fondo que las formas, ya que estas pueden ser sólo
una cáscara vacía. ¡Pero qué importancia enorme tienen las formas para
preservar el fondo! Hemos aceptado
tantos cambios formales que los muy jóvenes – y ¡ay! muchos de sus
supuestos maestros- ni siquiera saben bien que hay en el fondo, qué es lo que
realmente se conmemora, qué se recuerda y qué importancia tiene para el hoy y
para el mañana lo que ayer ocurrió. Parecería que los próceres de Mayo, San
Martín, Sarmiento, fueron señores que actuaron con el solo fin de que hoy
tengamos un fin de semana largo...
En cambio, a cien años de nuestros días, el 25 de
mayo de 1920 fue festejado en Villa Talar de una forma que hoy parece insólita.
Más aún si pensamos que no estamos hablando de la Plaza de Mayo, ni de alguna
importante capital de provincia sino, modestamente, de un barrio porteño que
estaba, en "tramway", a una hora y media del centro porteño.
Veamos cómo fue ese día.
A las 7 de la mañana una banda ejecutó una diana de
gloria y se escucharon salvas de bombas de estruendo. A las 10 los niños de las
escuelas cantaron el Himno Nacional Argentino en la esquina de Lacar y Nazca y
hubo una "conferencia patriótica" a cargo del Sr. Leopoldo Matta, distinguido
y activo vecino.
A las 14 fue el turno de los juegos populares:
carreras de embolsados, carreras de tres piernas (parejas donde cada integrante
tiene una pierna atada a una de su compañero), cinchadas, concurso de saltos,
etc., todo con premios para los ganadores.
A las 20, cine al aire libre para todo el mundo en
la misma esquina de Lacar y Nazca. Al finalizar, la banda tocó Retreta.
("El Progreso" y "La Prensa" del 26 de mayo)
Repasar este programa creo que suscita, en
argentinos mayores de edad del año 2020, algunos sentimientos que se mezclan. Uno
puede ser la incredulidad: hoy, sería necesario el triunfo en una copa mundial
de fútbol para un festejo comparable. Otro, una cierta envidia por el
entusiasmo e ingenuidad con que se celebraba una fiesta patria; entusiasmo e
ingenuidad hace ya tiempo y por tantas razones perdidos. ¿Se perdió además el
sentido de Patria? ¿No se perdió pero cambiaron sus formas de expresión? ¿Se
degradó? Las eventuales causas ¿corresponden a la política? ¿a la economía? Preguntas
en todo caso para que responda cada uno de nosotros.
El 8 de julio, las autoridades de la A.F.V.T. participaron
seguramente en los festejos por el décimo aniversario de la fundación de la
Biblioteca Popular de San Bernardo (hoy Biblioteca Popular Alberdi), en la
actual Villa Crespo, en cuya concreción habían participado.
La primavera trajo buenas noticias. Finalmente
estaba a la firma del Intendente el proyecto (¡con el imprescindible presupuesto!)
para colocar 160 faroles a alcohol a complementar con luz eléctrica donde
hubiese cables. Esto lo anunciaban "La Nación" y "El Oeste"
del 25 de septiembre de 1920.
El Talar estaba empezando a dejar de ser un barrio
plateado solamente por la luna...
El progreso en general fue siempre el objetivo de las
asociaciones de fomento y la de Villa Talar lo procuraba por todos los medios
posibles. Cuando ese progreso llegaba era lógicamente bienvenido. Pero existía
ya en la ciudad y en la Villa una conciencia -aunque fuese en forma incipiente
e inconstante- acerca de que ese progreso debía ser pagado criteriosamente, sin
hipotecar el futuro.
Así, aunque el concepto de ecología como lo
conocemos hoy no existía entonces, se sabía que los terrenos abiertos y la masa
vegetal que eran -y fundamentalmente siguen siendo- una de las características
más ricas y relevantes de esas "Villas" del noroeste porteño debían
ser en lo posible preservadas.
Según nuestras fuentes, fue el Intendente Municipal
Don José Luis Cantilo el impulsor de la creación en el Talar de una entidad
conservadora de la naturaleza. Esto ocurrió durante su primera intendencia,
entre noviembre de 1919 y octubre de 1921. (Cuarenta años después se le
rendiría homenaje a Cantilo dando su nombre a la vieja calle Lacar en toda su
extensión.) Así, en Villa Talar se constituyó una "Comisión de damas
protectoras de árboles y plantas".
Todo indica que, más allá de su importancia
intrínseca, la creación de esa comisión fue un acontecimiento relevante ya que
para oficializar su constitución el propio Intendente Municipal visitó Villa
Talar el domingo 3 de octubre de 1920.
Como no podía ser menos en esos años ceremoniosos, se
le ofreció al Intendente una recepción que incluyó un discurso del presidente
de la A.F.V.T. dando la bienvenida al Dr. Cantilo. El Intendente agradeció extendiéndose
sobre la labor benéfica de las sociedades vecinales en general y de las
comisiones de damas como la creada.
En el momento del "lunch" hablaron también
la secretaria general de la flamante comisión, Sra. María Luisa F. de Matta y
el concejal José A. Amuchástegui. Hubo banda de música y números de canto y
piano, aunque lamentablemente no se indica en que edificio ocurrió todo esto,
ya que es seguro que no fue al aire libre dado que se menciona el mal tiempo
reinante.
Integraron esta comisión protectora de árboles y
plantas de Villa Talar las siguientes señoras: Presidenta: María D. de Vergara;
vicepresidenta 1a.: Sara Carreiras; vicepresidenta 2a.: Magdalena R. de Pita,
secretaria general: la ya mencionada Sra. de Matta; secretaria de actas: Juana
Bordenave; prosecretaria: Catalina N. de Müller; tesorera: Emma B. Bourdeu;
protesorera: Clotilde Charpentier; vocales: Amalia Daneri, María N. B. de
Bernabó, Honoria Charpentier, María E. de Gorbea, Zulema Anabia, Catalina C. de
Polti, Martha E. Bourdeu, Lorenzina R.
de Daglio, María Luisa Bordenave, Margarita N. de Torres, Teresa Causa, Lili B.
de Oger, Graciana Lartirigoyen, Helena L. de Bourdeu, Francisca Estela, María
P. de López y Amalia Toppi entre otras.
Todos los datos sobre esta comisión han sido tomados
de los siguientes medios de ese mes de octubre: "Última Hora" del día
1°, "La Época" y "La Prensa" del 4, "La Prensa"
del 5, "El Oeste" del 10 -que se reproduce- y "El Progreso"
del día 21.
Cerramos esta muy sintética crónica de 1920
mencionando que en noviembre, el diario "La Nación" informó que la
A.F.V.T. había conseguido ("nuevamente") que se llamase a licitación
para el empedrado de Lacar, desde Av. San Martín a Nazca y de ésta última calle
desde Tres Cruces hasta Av. América. Además, que la Asociación "...ha
conseguido la apertura de la calle Tres Cruces a la altura de las vías del
ferrocarril de la Compañía de Buenos Aires", es decir de Beiró y las vías
del ex Urquiza.
Así, muy de a poco, el Talar se modernizaba.
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