UN PASEO POR LA CALLE SERRANO
Desde 1882 lleva este nombre. En un tramo
perteneciente al Barrio de Palermo fue renombrada, en 1996, para homenajear a
un ilustre escritor que en esos lares viviera su infancia.
Calle
Serrano
La denominación más antigua que se tenga
referencia es 3 de Febrero. Comenzó a
llamarse oficialmente Serrano desde la
confección y publicación del Plano Municipal de Obras Públicas de la Ciudad de
Buenos Aires en 1882.
Nace en Av. Warnes al 799 y, originalmente, concluía
su trayecto en Av. Santa Fe al 4100. Actualmente, bajo esta denominación, su
trazado termina en Honduras (Plaza Julio Cortázar), en Palermo. Desde 1996 se
le cambió el nombre al tramo correspondiente desde Honduras hasta Av. Santa Fe
por el de Jorge Luis Borges, a pesar
de la negativa, en vida del escritor, de que se concrete este proyecto.
Jorge Luis Borges (1899-1986) vivió en Serrano
2135 entre los años 1901 a 1914. Este
genial lector y escritor nació en el barrio de San Nicolás. Por cuestiones
económicas sus progenitores, Jorge Guillermo Borges y Leonor Acevedo, debieron
mudarse. A sus allegados, Jorge Guillermo y Leonor, les dejaban entender que se
habían mudado “al norte” de la ciudad. Les daba vergüenza decir que se
encontraban viviendo en un barrio incipiente.
¿Quién
fue Serrano?
Esta arteria recuerda a José Mariano Serrano,
quien naciera en 1788 en la Intendencia de Chuquisaca (por aquel entonces
perteneciente al Alto Perú). El 25 de Mayo de 1809 apoyó al movimiento
revolucionario que intentara la autonomía de la corona española. Ante el
fracaso de la insurrección no disminuyó su patriotismo y se plegó a los ideales
de la Revolución del 25 de Mayo de 1810 en
Buenos Aires. Fue perseguido por consiguiente en su lugar natal y no se le
permitió ejercer como abogado, título que obtuviera en 1811. Se refugió en
Buenos Aires donde desempeñó el cargo de diputado por Charcas (Intendencia del
Alto Perú, hoy Bolivia) en la Asamblea General Constituyente de 1813. También
fue designado por Charcas para que la represente en el Congreso de Tucumán en
1816.
La firma de Serrano figura al pie del Acta de
Independencia y fue él el que la redactó en los idiomas español, quecha y
aymará, por decisión del Congreso.
La idea de Serrano era constituir en estas
tierras una monarquía no absoluta, atemperada por así decir, es por eso que se
oponía a que el gobierno sea ejercido por la sucesión incaica.
Como político, en nuestro país, desempeñó una
importante actividad participando en innumerables debates e involucrándose en
los conflictos que surgían entre Buenos Aires y las provincias comandadas por
sus caudillos.
En 1825 regresa a Chuquisaca y preside el
Congreso que declara la independencia de la actual Bolivia, también redacta y
firma el Acta. Por lo tanto, Serrano interviene activamente en dos
declaraciones de Independencia: la Argentina y la de Bolivia.
Su actividad no disminuye y en 1826 viaja a
Buenos Aires para luego dirigirse a Francia siempre como representante de su
país.
En dos ocasiones asume interinamente como
presidente de Bolivia para luego ejercer la presidencia de la Suprema Corte,
cargo que ocupó hasta su fallecimiento en 1851.
Paseo
por la calle Serrano
Es una calle muy amigable para caminar. En su
primer tramo, a cuadra y media de su nacimiento, podemos observar una placa que
nos recuerda que en ese solar se encontraba ubicado un famoso conventillo. Me
refiero al “Conventillo Nacional”.
Recibía esa denominación por albergar, entre muchos otros inquilinos, a trabajadores,
con sus familias, de la Fábrica Nacional de Calzado. La piedra fundamental de
esta Fábrica fue colocada el 3 de junio de 1888 (es la fecha que se considera
como fundación del Barrio de Villa Crespo, aunque en ese momento no hubo una
fundación entendida como tal). Participó de la misma el Dr. (médico) Antonio
Crespo en carácter de Intendente de la Ciudad de Buenos Aires.
La Fábrica ocupaba la manzana de terreno
comprendida entre Acevedo, Murillo, Gurruchaga (en esos años Segurola) y
Padilla (antes Cuyo), calle donde se encontraba la entrada. Enfrente de la
Fábrica se emplazó la Curtiembre, delimitada por las arterias Murillo,
Gurruchaga, Padilla y Serrano.
Este Conventillo ha pasado a la historia como
el “Conventillo de la Paloma”. No
hay constancias ciertas que lo corroboren pero el recuerdo popular estableció
que allí habitaba una muchacha de condición social modesta, posiblemente obrera,
muy famosa por su hermosura y buenos modales. El escritor Alberto Vacarezza,
que fuera vecino de Villa Crespo, trasladó esas remembranzas a uno de sus famosos sainetes.
El Conventillo Nacional habría tenido su
entrada en Serrano 148, 152 o 156. Se dice que lo surcaba un estrecho pasillo
muy largo, que atravesaba toda la manzana, y que llegaba a Thames (dirección
151), arteria paralela a Serrano. Tendría
instaladas unas ciento doce habitaciones distribuídas en cuatro cuerpos, no quedó
establecido cuántos piletones tendría ni la cantidad de baños.
Sigo con mi paseo. Otra cuadra y media, en la esquina de Serrano y Padilla, se puede observar la Parroquia de San Bernardo en medio de dos torres de viviendas, de las tres construídas en lo que fuera la Curtiembre.
A doscientos metros de allí, en la esquina de Serrano y Av. Corrientes, todavía existe gran parte de la fachada de lo que fuera Textil Dell´Acqua, inaugurada en 1894.
Alzando un poco la vista se puede apreciar en
Villa Crespo gran parte de su pasado, no hay que perderlo. No solo es placentero
observar esa parte de tiempos idos sino también saber conservar el patrimonio
legado.
En 1955 se erigió allí una Parroquia. Es en
2002 cuando el entonces Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Jorge Mario
Bergoglio (Papa Francisco desde el 13 de marzo de 2013) dispone el traslado
parroquial a Gurruchaga 1012, uniéndose a la Iglesia de San José.
Serrano
en Palermo
Cruzando la Av. Córdoba ya es Palermo. Este
barrio está conformado, según los vecinos, por sub-barrios no oficiales. A este
sector de Serrano se lo denomina, por cuestiones comerciales, Palermo Soho,
hasta hace poco conocido solo como Palermo Viejo. De ese lado también, como en
Villa Crespo, tuvieron en 1888 su sector de viviendas obreras y una denominación
que honraba a un político importante de la época.
El 1º Intendente de la Ciudad de Buenos Aires
fue Torcuato de Alvear, quien se desempeñó en ese cargo desde 1883 a 1887. Sus
realizaciones, entre muchas otras, fueron el ensanchamiento de la Av. de Mayo,
la demolición de la Recova Vieja y las mejoras de los parques de la Recoleta y
Palermo.
En 1885 la empresa Moreno,
Mosconi y Cía adquiere el predio ubicado
entre las calles Costa Rica, Thames, Cabrera y
Gurruchaga, con destino
a construir una ciudad con casas y plazas para obreros.
A fines de ese año el intendente Torcuato de
Alvear coloca la piedra
fundamental de la villa que llevará su nombre. En 1888 el Banco
Inmobiliario, propiedad de don Antonio Devoto, compra la villa y
encomienda al arquitecto Juan Buschiazzo (1846 - 1917) el proyecto del
trazado urbano. Al mismo tiempo, Buschiazzo también realizó el
proyecto de Villa Devoto.
Lo llevado a la práctica por Buschiazzo era un
sistema alternado de
calles y pasajes. La idea central es que las calles siguieran la trama de la
traza principal en damero y los pasajes, de menos ancho, dividieran en dos las
manzanas. Con esto se da comienza a un intento de construir casas más
económicas en los barrios más alejados, en esos años finales del siglo XIX, achicando
los lotes y multiplicando las calles. Esas casas fueron rápidamente habitadas
por trabajadores y por sus familias. También se dio importancia a espacios
verdes con el emplazamiento de plazas y plazoletas. A esta nueva “ciudad” o barrio
se la conoció como “Ciudad de los obreros” y muy pronto pasó a ser conocida
como “Villa Alvear”. Ahora entendemos un poco más el por qué Jorge Guillermo
Borges, padre de Jorge Luis, comunicaba a sus conocidos que deberían mudarse
“al norte” de la ciudad, no iba a decir que se trasladaba a la “Ciudad de los
obreros”.
Como queda dicho más arriba luego fue variando
el nombre de este sector de Palermo.
En el cruce de las calles Serrano y Honduras se
ubicó una pequeña plazoleta. Actualmente, reitero, el cruce es Borges (llamada
así desde 1996) y Honduras y la plaza es Julio Cortázar (de esta manera denominada
desde 1994, antes Serrano).
Algo similar sucedía en Villa Crespo, en 1888,
con la construcción de la Fábrica Nacional de Calzado y denominando, en este
caso los rematadores, al nuevo barrio con el apellido del Intendente de
entonces, el 2º Intendente de la Capital Federal, Antonio Crespo.
Como se puede apreciar tanto Villa Crespo como
Palermo tuvieron un origen paralelo.
Volver
a Villa Crespo y a algunos años atrás
Regreso a Villa Crespo y… a décadas
pasadas, más precisamente a la esquina
de Av. Corrientes y Serrano y al 31 de mayo de 1985. Un temporal azotó a la
Ciudad de Buenos Aires desde la tarde del 30 y se extendió hasta la mañana del
1º de junio de 1985.
El día que más lluvia cayó fue el 31 y causó
estragos materiales y pérdidas humanas. ¡300 milímetros en un solo día!
La situación fue gravísima, personas con agua
hasta las rodillas, viviendas y negocios inundados, coches a la deriva, noventa
mil personas evacuadas y lo más penoso e irreparable, catorce personas
fallecidas. Son fechas que quedan en el recuerdo de los porteños, incluyendo a
los vecinos de Villa Crespo ya que la lluvia tuvo consecuencias devastadoras,
especialmente en las calles cercanas al Arroyo Maldonado. Ha quedado un
interesante registro fotográfico de la inundación.
“Hoy todo ha pasado” nos dice Carlos Gardel en
el tango “Silencio”. Muchos negocios cambiaron de dueño, de rubro y su aspecto
exterior, otros se mudaron cerca. Hoy todo ha pasado pero la esencia vecinal perdura
como la fachada de la Textil Dell´Acqua y que sigue siendo la esquina de Av.
Corrientes y Serrano con toda su historia.
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