LA MEDICINA EN UN VILLA CRESPO
TODAVÍA SIN NOMBRE
Por Eduardo Horacio Bolan
Antes que el
Barrio de Villa Crespo tuviera un nombre, estas tierras estaban habitadas por pobladores
que cultivaban en sus quintas y por esporádicos visitantes. Estas personas
también se enfermaban y tenían hijos y debían ser atendidas por abnegados
médicos y parteras.
La medicina en Villa Crespo antes de 1880
En aquellos
tiempos en el que el paisaje del actual Barrio de Villa Crespo se componía de
quintas, bañados, potreros, hornos de ladrillo, campo abierto, con escasos pobladores
estables y con visitantes llegados del “centro porteño” para vacacionar en sus
viviendas de recreo, los escasos habitantes también necesitaban ser atendidos
por sus padecimientos corporales. Para esos casos todavía no había médicos
estables en la zona y debían recurrir los vecinos a sanadoras y parteras
ocasionales que eran llamadas con urgencia para tratar de resolver las
situaciones de salud. Deberían ser llevadas a caballo según la premura y la importancia
del paciente. Acaso, como pago, pudieran volver a sus chozas con verduras,
frutas y quizá alguna gallina como recompensa por sus habilidades.
No han quedado
registros seguros de esas “curanderas” aunque el historiador Diego del Pino
supo entrevistar a antiguos vecinos de Villa Crespo que le contaron lo que les
habían contado antiguos vecinos que recordaban a una tal “Chichina”, que supo atender a dolientes y mujeres
parturientas y que vivía cerca del actual Cementerio de la Chacarita, por la
hoy Av. Warnes.
Todo cambia,
paisaje y cantidad de pobladores, hacia comienzos de la década del ´80 del
siglo XIX.
Primer Hospital Municipal y Hospital Vecinal
En una
edificación bastante alejada de Villa Crespo y mucho más en aquellos años donde
el transporte era escaso y precario, se inaugura en 1883 el Hospital San Roque en
el solar donde antes se encontraba el Lazareto San Roque. La obra le fue
encargada al arquitecto Juan Baustista Buschiazzo. El edificio ocupaba (y
ocupa) dos manzanas, ubicado en Gral. Urquiza, entre las calles México y
Venezuela. En su momento este nosocomio fue el único Hospital General de la
Municipalidad. A su inauguración asistió el Director de la Asistencia Pública
Dr. José María Ramos Mejía. En 1914, con el fallecimiento del Dr. Ramos Mejía,
el Hospital pasa a llamarse, precisamente, Hospital General de Agudos José
María Ramos Mejía.
Por la lejanía y
la incomodidad, más para casos de urgencia, de llegar al San Roque, las
autoridades municipales tuvieron que habilitar nuevos centros sanitarios. Para
paliar esa situación se instaló por el entones Camino de Moreno (desde 1893
cambió su denominación por Warnes), entre Thames (llamada así desde 1882) y
Godoy Cruz (actual Av. Juan B. Justo) el Hospital Vecinal “Santa Rosa”. Estaba
ubicado en la actual vereda de números pares de Warnes y según recuerdos de
memoriosos era de construcción antigua, con techos de tejas y que, si bien
precario, supo cumplir con el propósito de cuidar la salud de los vecinos.
Juan Dufour
En los años
iniciales de esa emprendedora década del ´80 varios médicos recién recibidos
consideraron de importancia hacer llegar sus conocimientos a los habitantes de
los incipientes barrios.
En lo que
respecta a lo que sería Villa Crespo, en aquel entonces denominada
Circunscripción 15º, el primero fue Juan
Dufour, al menos siguiendo registros escritos y orales.
Recibido de
médico en 1881, Juan Dufour, tenía su residencia en Córdoba y Ecuador y se
interesó por llevar su saber médico a la 15º
Su tesis doctoral
versó sobre la Litiasis úrica. Entre los académicos examinadores se encontraban
los hermanos Manuel Augusto y Leopoldo Montes de Oca, Ignacio Pirovano, Eduardo
Wilde y, entre otros, José T. Baca, que fue el presidente de la tesis de
Dufour.
En la publicación
de la tesis que efectuara la Facultad de Ciencias Médicas, Juan Dufour, cual
devoto hijo, se la dedica: “Á la memoria de mi padre. Padre querido: ya que los
decretos sagrados de la Providencia no os han permitido presenciar este acto,
recibe en este día, los votos solemnes del hijo que nunca se olvidará que todo
os lo debe.” y “Á mi madre”.
Juan Dufour solía
realizar visitas médicas a esta Circunscripción 15º y muy pronto quedó
entusiasmado por adquirir lotes en esta zona. No se desanimó por lo descampado
del panorama y compró varias hectáreas. Su terreno estaba delimitado entre la
conocida en esos años como 70 E (actual calle Muñecas), el Arroyo Maldonado, la
propiedad de Rafael Comastri y el antiguo cementerio (actual Parque Los Andes),
lo que hoy es la Av. Dorrego. Su
propiedad era atravesada por la recién creada red ferroviaria de trocha angosta
llamada Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico. Es la misma red que en 1948, con
la nacionalización de los ferrocarriles, el sistema fue renombrado como el que
lo conocemos en la actualidad, Ferrocarril General San Martín.
Otros galenos
Desde el actual
barrio de Almagro, teniendo como eje Corrientes, varios facultativos cruzaban
Chubut (hoy Av. Ángel Gallardo) para internarse en Triunvirato y llegar a sus
pacientes del Distrito 15.
El primero en
aventurarse fue el Dr. Francisco Sicardi,
que residía en Corrientes, entre Rawson y Pringles. Farmaceútico, médico,
escritor y poeta, plasmó en su obra “Libro extraño” sus experiencias como médico.
Otros galenos,
por mencionar los que más quedaron en el recuerdo de los vecinos y que no
tuvieron consultorio en Villa Crespo fueron: Juan B. Amesfil (también de Almagro), Gerónimo de Rossi (Corrientes y Bulnes), Ubaldo Villarroel (Corrientes y Ecuador) y muchísimos más.
Entre los
primeros que instalaron su consultorio en el barrio figuran Francisco de la Vega. Atendía en
Triunvirato (Av. Corrientes) casi esquina Malabia. Presentó su tesis doctoral
“El chucho en Catamarca” en 1891. El chucho, esa fiebre producida por el
paludismo o malaria, era común en su provincia natal, donde ejerció la medicina
en el “Hospital San Juan Bautista” (ubicado en la ciudad San Fernando del Valle
de Catamarca), establecimiento que comenzó a funcionar en 1881.
Muy estimado por
los vecinos muy pronto se dedicó a la política, donde llegó a competir con el
mismísimo “prócer” de Villa Crespo
Salvador Benedit. La política lo fue alejando de su profesión.
Alejandro Squassini
Nació hacia 1881
y su entusiasmo por su vocación fue prontamente recompensada con el título de
Farmacéutico (1899), al cumplir los dieciocho años. Además en su currículum anterior
a recibirse de médico se destaca que fue practicante de vacuna de la Asistencia
Pública (1900), practicante del Hospicio Vecinal de Santa Lucía (1901),
ayudante del Laboratorio Bacteriológico de la Casa de Aislamiento (1902),
practicante del Hospital Teodoro Álvarez (1903), practicante menor (1904) y
mayor (1905 y 1906) por concurso de la Asistencia Pública, interno del Hospital
Italiano (desde 1904 hasta 1906).
En 1906 se
recibió de médico con la tesis “El tétano y su tratamiento”. Entre los
concejeros examinadores figuraban entre muchos más: Pedro Narciso Arata, José
Penna, Pedro Legleyze, Enrique Bazterrica y Gregorio Araoz Alfaro.
En la sección
“Observaciones” de su tesis, que realizara Squiassini en el Hospital Italiano
en el servicio de Clínica Médica del Dr. Alberto Alberti, detalla cuatro en
total.
Dejo sus notas
(abreviadas por mí) de la “Observación IV”:
“S. V. italiano,
39 años, soltero, jornalero, C.F. Entra al Hospital el 3 de Marzo de 1906, Sala
5, cuarto B.
Antecedentes
personales.- Sífilis. El 7 de Enero p. p., le apareció en la región esternal
una lesión que se ulceró (el 20 de Febrero).
El enfermo se
aplicó entonces con fines curativos, una cantidad de telas de araña.
Como vió que
seguía supurando se decidió ir al Hospital Rawson donde le hicieron una prolija
desinfección.
El 28 del mismo
mes notó un espasmo del lado izquierdo de la cara, que se fue acentuando hasta
impedirle de comer, rigidez de la nuca, dolor de cabeza. Desde el 2 de Marzo,
la deambulación se le hace imposible.
Estado actual.- A
su ingreso al Hospital tiene (…) contracturas, rigidez de los músculos de la
nuca y del abdómen (…)
La inteligencia
está intacta; no puede deglutir; tiene sudores profusos y sacudidas convulsivas
en todo el cuerpo que lo hacen sufrir mucho.
Temp. 38, Puls.
90.”
(Squassini
realiza un exhaustivo análisis de los aparatos circulatorio, digestivo, renal y
asienta otros detalles.
Todos los
siguientes días anota temperatura y cantidad de suero dado y otros detalles):
“Marzo 6.- Temp.
38. Dos baños, suero 40 cm3 (…)
Marzo 8.- Temp.
37,2. Suero 40 cm3. El enfermo duerme, la fisonomía presenta menos rigidez, las
piernas puede flexionarlas bastante (…)
Marzo 10, 11, 12
y 13.- Las contracturas disminuyen á diario. El enfermo puede abrir la boca,
pero sigue con la alimentación láctea.”
(Me entusiasmo con
la lectura de las anotaciones):
“Marzo 14.-
Ultima inyección de 20 cm3 de suero. El enfermo ha recupera todos sus
movimientos; se levanta, camina y empieza á tomar alimentos sólidos.”
(Llega el tan
ansiado final feliz):
“Marzo 26.- Sale
de alta curado.”
Firmado por A.
Squassini
(Todas las
emociones y adjetivos son míos)
Cómo no recordar también las charlas que mantuve en el
verano de 1992 con el Dr. Oscar Raúl
Carlos Vogliano, jefe de cirugía del Hospital de Niños “Ricardo Gutiérrez”,
en su casa de la calle Lerma.
Ser médico no solo era derecho de los varones.
En 1889 en la República Argentina una mujer, Cecilia
Grierson, obtenía el título de Médica otorgado por la Facultad de Ciencias
Médicas de la Universidad de Buenos Aires.
La Dra. Grierson realizó sus estudios dentro del plazo
normal de seis años hasta obtener el título que tan bien supo desempeñar en su
intensa actividad profesional.
Lamento no poder
mencionar a todos porque sus nombres y sus méritos no merecen quedar en el
olvido.
Antiguas Instituciones sanitarias
del Barrio
Al ya nombrado Hospital Santa Rosa debe agregarse el
Hospital Vecinal de San Bernardo, ubicado en la calle Serrano entre Aguirre y
Loyola. Su director fue Manuel Augusto Dessein, que había sido exjefe interno
del Hospital Francés.
Funcionó el Vecinal de la Parroquia hasta 1913, año en
que inaugurado el Hospital Durand.
El 4 de junio de 1919 cobra vida “Liga Argentina contra
la tuberculosis – Comisión Villa Crespo” (“La Salita”) en su primera sede de
Malabia 233. A los pocos años, en 1925, dada la importancia que va adquiriendo
entre los vecinos, inaugura su nuevo edificio en Godoy Cruz 542 (Juan B. Justo
2651). Allí permanece, ya con la denominación “Liga Argentina Médica
Asistencial de Villa Crespo”, hasta mediados de 2017, cuando debe mudarse pues
las instalaciones ya no respondían, según el GCABA, a los requisitos sanitarios
acordes a nuestros días. Esta Institución con más de un centenar de existencia
activa ininterrumpida, a la espera de la nueva construcción en el mismo solar
de la Av. Juan B. Justo, sigue su reconocida trayectoria en el 1º piso de
Otamendi 629, a pocos metros de la Av. Díaz Vélez y del Parque Centenario.