jueves, 30 de enero de 2020

VILLA TALAR, INFORMACIÓN SOBRE UN BARRIO QUE NO EXISTE MÁS (parte I)


Información sobre un barrio porteño que no existe más
Parte I

  Por Marcelo J. Bourdeu   
                                                                    
El título de este artículo quizás insinúe cierto dramatismo. No sería extraño que venga a la mente de algún lector el recuerdo de reinos desaparecidos o civilizaciones extinguidas. Pero desde ya, no hay aquí nada de eso. Se trata sólo de un barrio. Aunque ¿es sólo un nombre lo que se pierde cuando desaparece un barrio? Propongo que tratemos de contestar esta pregunta cuando lleguemos al fin de esta corta serie de artículos.

Efectivamente, el barrio del que hablaremos no existe. Aunque, claro, existió.

Pero comencemos por el principio.

¿De qué barrio hablamos? 
De Villa Talar, una entidad que tuvo por límites el rectángulo formado por 
la Avenida San Marín, 
la Avenida Tres Cruces (hoy Av. Francisco Beiró), 
la Avenida Constituyentes y 
la Avenida América (hoy Av. Gral. Mosconi).

¿Cuándo nació? 
Hace tiempo, a principios del siglo XX, cosa que ya veremos con más detalle.

¿Cuándo desapareció y por qué? 
Desapareció el 21 de abril de 1972, en virtud de un acto administrativo de la autoridad municipal de entonces, plasmada en la Ordenanza 26.607 publicada en el Boletín Municipal número 14.288. 
Desde luego esta ordenanza es sólo la razón formal de la desaparición. Es difícil establecer las razones de fondo. ¿Habrá sido la indiferencia o el desinterés de los vecinos? 
Parece lo más probable, ya que la desaparición e inmediato reparto de la villa entre dos de los barrios que la rodeaban se concretó con total calma. Por supuesto, no hubo una pueblada, ni disturbios. Ni aún manifestaciones o “solicitadas” en los diarios.  A nadie pareció importarle. 
Lo curioso es que el reparto de Villa Talar se hizo entre otros dos barrios que sí son oficiales y uno de ellos surgió, artificialmente, después de la propia Villa Talar. 
Cosas de la vida…
Aclaro desde ahora que este trabajo no es el resultado de una investigación histórica con todas las letras. 
La fuente de la información que aquí se volcará es fundamentalmente nada más que una colección de recortes periodísticos que abarcan el período 1905 - 1932 aunque lo más directamente vinculado con Villa Talar corresponde al lapso 1919 - 1927.

                                   
Digamos, también desde ya, que  la información que volquemos puede muy bien ser controvertida ya que una nota periodística puede estar equivocada o aún ser falsa. Seguramente este blog recibirá con gusto las precisiones, informaciones o correcciones fundadas que los lectores quieran aportar.

En mi opinión, lo que da justificación a estas líneas es mostrar que Villa Talar existió y tuvo una vida movida. 
Sí, tuvo una actividad vecinal intensa con gran participación comunitaria en lo cultural, en la preocupación por el bien común y el progreso zonal. Esto quedó expresado -entre otras  manifestaciones- en sus instituciones, algunas de las cuales sobreviven y a las que desde aquí rindo un solitario homenaje.
Quizás, si sus vecinos lo deseasen, el Talar podría renacer y, resurgido, ser más conocido.
  
Como la Historia nos enseña, todo el noroeste porteño tiene su origen en tierras del Partido de San Martín que la ciudad incorporó mediante canje por otras con la Provincia de Buenos Aires, en 1887. 
Pasaron así a ser porteñas, entre otras, las tierras de las familias Gainza y Lynch que corresponden -aproximadamente- a los actuales barrios oficiales de 
Villa Devoto, 
Villa del Parque, 
Villa Talar, 
Villa Real, 
Villa Pueyrredón y 
Agronomía

En un principio eran zonas netamente rurales, con pastos salvajes, montecitos y los animales de la pampa que, poco a poco, empezaban a retirarse ante la cada vez más frecuente presencia humana. Después empezaron a aparecer las quintas, los hornos de ladrillos y las primeras construcciones de alguna importancia. 
Entre las especies arbóreas, naturalmente, se destacaban los talas, en especial en los alrededores de las actuales Nazca y Beiró.
Luego apareció el tren. El Lacroze, el "trencito", al que escuché llamar "el tranvía", por tener la trocha más angosta de la ciudad. 
Llegaba desde Chacarita, entraba en Villa del Parque (o sea –y atención que esto es importante para nuestra historia- entraba al barrio que contenía al parque Agronómico) en la estación Arata
Atravesaba Villa Talar con una parada en la estación Tres Cruces (nombre de la actual Av. Francisco Beiró) cerca de Nazca y Gutenberg y seguía hacia Devoto donde hacía un alto en la estación América (nombre entonces de la Av. Gral. Mosconi) y salía después a la Provincia.
Los años pasaron y el Talar se fue poblando. Ya había "avenidas", algunas casas importantes, aunque la tierra y el verde aún predominaran con holgura. Todavía muchas calles tenían una zanja para colectar el agua de lluvia y cada dueño hacía su puentecito para acceder a la casa desde la calle. ¿Veredas? No por entonces.
En septiembre de 1919 se creó la pionera Asociación de Fomento de Vila Talar. Informaron del hecho varios medios de prensa entre los que cabe destacar a los por entonces muy numerosos medios barriales, de la zona o alrededores (La Razón de Villa Devoto, El Oeste, Astrea, Los Principios, La Época, La Ráfaga, El Progreso, entre muchos otros). 
El "Boletín Municipal" dio cuenta de la noticia en su ejemplar del 1° de octubre y La Prensa recién el 11/1/1920 informó que el Sr. Intendente "firmó ayer" la autorización pertinente.
Transcribimos el párrafo inicial de la nota de "El Oeste" del día viernes 14 de septiembre de 1919: "En Villa Talar. Los vecinos del radio comprendido entre la Avenida San Martín, Tres Cruces, Constituyentes y Avenida América o sea Villa Devoto Norte, han celebrado una asamblea, dejando constituida una sociedad de fomento."

Es interesante destacar la vinculación originaria de Villa Talar con Villa Devoto.

La Comisión Directiva de la AFVT estaba constituida así: presidente: Julián Bourdeu; 
vicepresidente: José Pedro Fernández; 
tesorero: Senén Morla; 
protesorero: José Abbiate; 
secretario general: R. Argentino Calvo; 
secretario de actas: Ignacio A. Bordenave; 
prosecretario: Hércules Barberis; 
vocales: Jerónimo Belgrano, Antonio Daglio, Adrián Bulo, Eduardo Charpentier y Eduardo Villagra. Suplentes: Camilo Poltti, Atilio Cervino, Andrés Calzetta, Honorato Accialini y Rómulo Barberis. La secretaría de la Asociación funcionaría en el local del Centro Social "El Talar", en la calle Lacar 2988, cedido gentilmente para ese fin.

Los vecinos de Villa Talar no eran ni pasivos ni indiferentes al progreso.
Rápidamente, emplearon a la novel Asociación de Fomento, sin esperar a la burocracia, como portavoz  de una serie constante de pedidos y reclamos a la Intendencia Municipal. También, en la medida de sus limitados medios, en órgano de ejecución de realizaciones concretas.


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