REMIGIO IRIONDO, un villacrespense
Por Marcelo J. Bourdeu
Es un desconocido para
el vecino de hoy, a pesar de haber hecho mucho por la gente, por el barrio de Villa Crespo y
por la ciudad. Desarrolló múltiples actividades, pero por sobre todo fue un
vecino emprendedor, miembro activo de muchas instituciones barriales y zonales que,
en su época, tenían una enorme utilidad social. Más aún que hoy, en que las llamaríamos
ONG.
Villacrespense, pero por
su obra, no por su cuna, ya que nació en San Telmo, el 15 de marzo de 1872. En
1896 se radicó en el barrio de San Bernardo (para los que se pregunten ¿”San Bernardo, dónde queda”?, recordemos
que ese fue el lindo nombre original de Villa Crespo). Entre nosotros, entonces,
fue que Don Remigio llevó a cabo la mayor parte de su obra. Que fue mucha,
variada y positiva.
Docente de vocación
Docente de vocación
Maestro de profesión y con
una vocación que duró lo que su vida, fue a desempeñarse a su primera escuela,
en Thames y Aguirre. Trabajaba allí, cosas de la vida, una joven colega llamada
Julia Nieves Brown y sí, ya imaginan
ustedes… tiempo después se casaron. Con los años, fueron padres de siete hijos,
cantidad importante aún en esos años de familias numerosas.
En 1897, fundó en su
domicilio, Serrano 661-665, el Colegio “Salvador”. Ese nombre fue
un homenaje al principal vecino precursor del barrio, don Salvador Benedit, otro olvidado. Hasta hace un
tiempo, en ese predio del colegio y domicilio de Iriondo, hubo una placa en lo
recordaba. En 1930, exalumnos del Colegio Salvador fundaron en Velazco 870 un
equipo de futbol de estudiantes, al que llamaron "Club Remigio Iriondo", que desapareció hacia 1935.
Intensa actividad comunitaria
Intensa actividad comunitaria
En 1898 Iriondo asumió
como secretario del "Centro de Socorros
Mutuos Villa Crespo", para ocupar luego el mismo cargo en "Los Amigos Unidos de Villa Crespo". En 1903
fundó la "Asociación de Fomento Maldonado",
de la que fue elegido presidente. Esta institución fue luego rebautizada "Asociación de Fomento Defensa Vecinal" y
años después, recibió, con justicia, el nombre de "Asociación de Fomento Remigio
Iriondo".
En 1904 fue nombrado alcalde
de la sección 31ª, que incluía a nuestro barrio. Entre 1915 y 1918 fue secretario
y presidente de las Comisiones Municipales de Higiene de las circunscripciones
15a. y 18a. y de 1932 a 1934 miembro de los Distritos Escolares VII y XIII.
Desde 1921 a 1924 fue concejal (equivalente a los actuales legisladores de la
ciudad) por el Partido Demócrata Progresista.
Anécdota futbolera, y bohemia: le tocó presidir, como concejal, una comisión del Concejo Deliberante (hoy Legislatura de la Ciudad) que el 30 de julio de 1922 asistió a la inauguración del estadio de Atlanta. Como concejal trabajó también en varios otros barrios de Buenos Aires, como Chacarita, Palermo y Villa Talar, este último, hoy desaparecido legal mente.
Anécdota futbolera, y bohemia: le tocó presidir, como concejal, una comisión del Concejo Deliberante (hoy Legislatura de la Ciudad) que el 30 de julio de 1922 asistió a la inauguración del estadio de Atlanta. Como concejal trabajó también en varios otros barrios de Buenos Aires, como Chacarita, Palermo y Villa Talar, este último, hoy desaparecido legal mente.
Iriondo integró en 1928,
la "Comisión Popular Pro-Subterráneo
Lacroze" con el objetivo –que sabemos se logró- de movilizar a los vecinos,
es especial a los de Villa Crespo, para apoyar la prolongación del subterráneo hasta
el Obelisco.
Nuestro conocido arroyo
Maldonado serpenteaba agazapado por la franja de Juan B. Justo y Thames. De caudal
modesto, crecía en ocasiones. A veces, muchas, salía de su cauce e inundaba todo,
con importantes daños humanos y materiales. En 1924, nuestro inquieto Don
Remigio propuso limpiar el arroyo y aumentar su profundidad para hacerlo límpido
y navegable. Deseaba convertirlo en un curso de aguas apto para el transporte
comercial y la recreación, con sus costas cubiertas de parques. Se proponía también
solucionar la falta (¡ya en ese entonces!) de espacios verdes, reducir la
congestión del tránsito urbano y embellecer la zona. ¡Hubiese sido lindo! Pero,
lamentablemente, el proyecto de Iriondo, tampoco se concretó.
Remigio Iriondo estuvo vinculado activamente con la Biblioteca Popular Alberdi, fundada el 8 de julio de 1910 con el nombre de "Biblioteca Popular de San Bernardo" durante cerca de treinta años, fue su secretario y luego
presidente en el período 1934-1940. En 1948, la Asamblea de esta institución lo
nombró socio honorario.
Un grupo de vecinos aficionados al box
decidieron crear en el barrio de Villa crespo un club de ese deporte. Iriondo colaboró hasta
permitirles el uso de su domicilio, instalando el ring en uno de los patios. No
sabemos qué pensó la Sra. de Iriondo, pero debemos creer que no se opuso. En
retribución, los deportistas llamaron a la entidad "Boxing Club Iriondo". Fue de los mejores en su tipo y pasaron
por él figuras de renombre: un campeón panamericano de 1926; y un peso pesado
que participaría en los Juegos Olímpicos de 1936, entre otros. No conocemos aún
las fechas de fundación y desaparición del club, pero de las historia de otros
barrios surge que, entre otras competencias, participó en un certamen interclubes
organizado por el Club Policial, en abril de 1925.
Iriondo ejerció
también la presidencia del "Club Social de San Bernardo", fundado en 1912 y hacia
1930 fue designado “socio honorario benemérito” del recordado "Club Los defensores de
Villa Crespo", fundado en junio de 1900.
Ocupado también por la salud de la gente, Iriondo dio firme apoyo a la fundación de la "Liga Argentina contra la Tuberculosis – Comisión Villa Crespo" llamada luego "Dispensario Dr. Eduardo Wilde", y en 1965 "Liga Argentina Médica Asistencial de Villa Crespo", nombre con el cual continúa llamándose hoy.
Ocupado también por la salud de la gente, Iriondo dio firme apoyo a la fundación de la "Liga Argentina contra la Tuberculosis – Comisión Villa Crespo" llamada luego "Dispensario Dr. Eduardo Wilde", y en 1965 "Liga Argentina Médica Asistencial de Villa Crespo", nombre con el cual continúa llamándose hoy.
Colaboró también con
varias publicaciones periodísticas de la época, como "El independiente", "El Tribuno" y "El Látigo". En el semanario villacrespense "El
Progreso" fue sucesivamente cronista, secretario de redacción,
subdirector y director.
Fiel a su vocación docente, escribió obras teatrales para niños, con gran aceptación.
Remigio Iriondo falleció en
Buenos Aires en 1948, a los 76 años de edad.
Muchas gracias por tu nota. Fui vecino en Olivos de su hijo (Remigio Iriondo), que hoy cumpliría exactamente 100 años.
ResponderEliminarLamento leer tan tarde tu mensaje. Muchas gracias.
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